La Laguna de Santa María del Oro es uno de los destinos turísticos más populares en Nayarit.
Además de su belleza natural, la Laguna de Santa María del Oro está envuelta en una fascinante leyenda que ha sido transmitida de generación en generación. En este artículo, exploraremos la leyenda de la Laguna de Santa María del Oro, su origen, descripción y otras leyendas relacionadas.
La Leyenda de Santa María del Oro
Según las narraciones de épocas pasadas, en el estado de Nayarit, había un asentamiento conocido como Michiztlán. Este lugar era el hogar de un rey, su consorte y su hija, una belleza sin igual conocida como Tepozilama, la cual era la joya de los ojos de su padre.
El encuentro de Tepozilama y Pintontli en Michiztlán
Un día soleado, Tepozilama, acompañada por sus damas de compañía, caminaba por el bosque cuando de pronto, un venado herido a muerte se cruzó en su camino. Al intentar auxiliar a la criatura, se vieron interrumpidas por la voz robusta y segura de un desconocido: un guerrero atractivo proveniente de una tierra lejana. Ante la curiosidad de Tepozilama, el guerrero se presentó como Pintontli.
El nacimiento de un amor prohibido
No pasó mucho tiempo antes de que el amor brotara entre Tepozilama y Pintontli. A pesar de las tensiones y rivalidades existentes entre sus respectivos pueblos, su amor floreció, robusto e indomable, sin temor a las posibles consecuencias.
La sorpresa durante las fiestas de Michiztlán
Durante una celebración en el pueblo de Michiztlán, Tepozilama decidió visitar a Pintontli, desapareciendo misteriosamente. Alarmado por la ausencia de su hija, el rey indagó entre las damas de compañía de Tepozilama, buscando rastros de la princesa desaparecida.
El descubrimiento del rey y el castigo
Luego de una intensa búsqueda, el rey halló a Tepozilama en un rincón oculto entre las ciudades en conflicto. La sorpresa fue grande al encontrar a la princesa en compañía de Pintontli, el guerrero del pueblo enemigo.
Cuando el rey llegó al encuentro de los amantes, Tepozilama confesó su amor por Pintontli y suplicó a su padre el consentimiento para casarse con él. Sin embargo, el rey, incapaz de aceptar tal unión, negó su bendición. Con una tristeza inmensa, ordenó a sus hombres que llevaran a Tepozilama y Pintontli, que los ataran y no los alimentaran.
La trágica conclusión: La Laguna de Santa María del Oro
De esta manera, Tepozilama y Pintontli fueron dejados atados a un árbol, de espaldas el uno al otro. A pesar de estar cerca, el destino los había separado, y en su tristeza, derramaron lágrimas que duraron días y noches. Esas lágrimas se acumularon y formaron la maravillosa y enigmática Laguna de Santa María del Oro, un recordatorio eterno de su amor prohibido y trágico destino.

La leyenda en la actualidad
Las creencias en torno a la historia persisten, y algunos locales incluso sostienen que, durante las noches de luna llena, los espíritus de Tepozilama y Pintontli se pueden observar en la orilla de la Laguna de Santa María del Oro como luces brillantes.
Algunos aseguran que las lágrimas de los amantes continúan alimentando la laguna y que su amor eterno brinda un halo mágico y romántico a este sitio. Asimismo, muchos visitantes viajan a la laguna con la esperanza de experimentar el misterio y la belleza de esta leyenda, añadiendo un encanto singular a este lugar histórico y natural.